miércoles, 13 de enero de 2010

Irrepetible (piedad le pido al tiempo y a la memoria)

Pronto lo supe,algo me decia que esa noche tendría algo especial, de un momento para otro había caído rápida y oblicua como si quisiera impaciente adueñarse de todo sin dejar ningun rastro de la tarde ,la borró de un plumazo sospechoso y repentino,es más, intuí que no era como cualquier otra noche,confieso que estaba un poco asustado también,pero mi interior sentía que se iba a construir algo para que todo fuera posible,de repente derramó sus misterios en su oscuro albergue;solos, lejos del caserio y a campo abierto, envueltos en esa oscuridad que nos protegia y nos intimaba a Maria y a mi, decidimos de pronto ponernos a correr de la alegria mientras bajabamos una pequeña cuesta,aquella noche era hermosa, surgieron gritos incoherentes ,graciosos revolcones y vuelta a correr, seguimos bajando hasta que extenuados,nos hechamos a lo largo de ese piso tapizado de adolecente y tierna gramilla, llenos de felicidad y ya casi sin respiracion comprendimos que estabamos solos, el uno para el otro y, que esa noche estrellada(como en todas las historias de amor las estrellas son necesarias en el cielo nocturno) estaba confabulada para nosotros dos, sabores mezclados con sonidos, perfumes y hasta colores, surgieron de aquella penumbra, utilizamos el tacto para reconocer nuestras formas mientras nuestras manos inquietas querian saberlo todo,se transformaron en caricias sublimes e irrepetibles, con nuestras bocas atormentadas e inflamadas, nos desvanecimos ya extenuados después de un tiempo incontable casi mágico ,el sueño nos alcanzó y cuando despertamos el día ya era el soberano. E.M

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